¿Cómo se si mi prótesis de cadera o rodilla está infectada?
Sin duda la complicación más terrorífica para un paciente que se ha implantado una prótesis de cadera o rodilla (y para el cirujano que realiza la cirugía) es que esta prótesis pueda llegar a infectarse.
¿Pero como puede llegar a infectarse dicha prótesis? La respuesta es simple. El ser humano tiene miles de millones de bacterias en la piel, tracto digestivo, boca, etc.
Siempre que se produce una lesión en la piel (ya sea accidental o “programada”, como ocurre en una cirugía), estas bacterias presentes en la piel, penetran en dicha herida, tratando de producir una infección de esta.
Habitualmente, la acción del propio sistema inmune, junto con la ayuda de antibióticos (previa a la cirugía de manera profiláctica o tras una herida como tratamiento), es más que suficiente para eliminar a todos los microorganismos.
No obstante, en el momento de implantar una prótesis, la presencia de material extraño (la propia prótesis) tiene un efecto desfavorable localmente. Por un lado, produce una breve inmunosupresión local temporal (disminuye la eficacia del sistema inmune por unas horas) y por otro la propia prótesis sirve de refugio para que las distintas bacterias, puedan adherirse, replicarse y defenderse con mayor facilidad.
Dependiendo del propio sistema inmune y de las bacterias implicadas, se producirá la eliminación completa de las bacterias (lo habitual) o la aparición de una infección aguda o crónica.
¿Y cómo se si mi prótesis de cadera o rodilla está infectada? El diagnostico de una infección protésica se basa en tres grandes pilares, en datos clínicos, datos analíticos y datos microbiológicos.
– Datos clínicos: Sin duda los más importante y los más infravalorados. Aunque la creencia popular es que es necesario tener fiebre y enrojecimiento para tener una infección, en el caso de las infecciones protésicas nada más lejos de la realidad. Lo más importante es la presencia de dolor (una prótesis que no duele, muy difícilmente estará infectada). Este dolor será inicialmente en reposo, pero si se deja evolucionar acabará siendo constante. Si el dolor empeora con la movilidad existe muchas posibilidades de que la infección haya producido un aflojamiento de la prótesis.
Infección aguda prótesis de cadera. Obsérvese el drenaje de la herida quirúrgica.
– Datos analíticos: Una analítica de sangre ni confirma ni descarta una infección protésica. No obstante, procura bastante información si esta infección es posible o no. A diferencia de lo anterior, un análisis del liquido sinovial (el liquido alrededor de la prótesis) da mucha más información, pudiendo confirmar o descarar la presencia de infección en la mayoría de los casos.
Artrocentesis rodilla y análisis del liquido sinovial necesario para el correcto diagnóstico de una infección protésica.
– Datos microbiológicos: el crecimiento de un microorganismo en una muestra de liquido sinovial es bastante representativo de la existencia de una infección periprotésica.
Crecimiento de stahp.aureus en el cultivo de liquido sinovial extraído a un paciente con dolor en su prótesis de cadera
Me han diagnostiado una infección en mi prótesis de cadera o rodilla ¿Ahora qué hago?
En primer lugar, mantener la calma.
Afortunadamente actualmente conseguimos curar más del 90% de las infecciones protésicas. Pero, para ello, es necesario ponerse en manos de un equipo multidisciplinar con elevada experiencia en el tratamiento de las infecciones protésicas.
No obstante, es importante tener claro que para curar una infección periprotésica es necesario retirar la prótesis infectada (solo en algunos casos esta se puede dejar). Dicha cirugía se puede realizar en uno o dos tiempos (usando un espaciador con antibiótico entre medios) en función de una serie de factores.