Alergia a la Prótesis de Cadera o Rodilla.

Uno de los temas más controvertidos dentro de la cirugía reconstructiva de cadera y especialmente en la cirugía reconstructiva de rodilla es la existencia o no de alergia a alguno de los componentes de las prótesis de cadera o rodilla que implantamos.

la alergia no fue a ninguno de los metales de la prótesis de cadera o rodilla, sino a uno de los antibióticos usados en el cemento para evitar la infección protésica.

Si nos preguntamos si es posible ser alérgico a algún de los materiales de una prótesis de rodilla (principalmente) o de cadera (excepcionalmente) la respuesta es afirmativa. No obstante, la alergia REAL a alguno de estos materiales es realmente excepcional, siendo los pocos casos existentes motivo de publicación en revistas científicas.

A la izquierda, observamos una verdadera alergia a uno de los componentes de una prótesis de rodilla.

En este caso la alergia no fue a ninguno de los metales, sino a uno de los antibióticos usados en el cemento para evitar la infección protésica.

Diferencia entre alergia e hipersensibilidad a una prótesis de cadera o rodilla.

Mucha gente dice ser alérgica o tener alguna prueba positiva de alergia a alguno de los componentes protésicos de la cadera o la rodilla.

Es importante diferenciar entre alergia (una reacción patológica y excesiva de nuestro sistema inmune a una determinada sustancia que reconoce como extraña) e hipersensibilidad (una reacción habitualmente cutánea por continuo contacto con una sustancia poco frecuente).

Conocer esta diferencia es muy importante, dado que la alergia es una reacción generalizada del cuerpo (obsérvese la figura anterior) mientras que la hipersensibilidad es una reacción habitualmente cutánea.

La alergia a alguno de los metales que forman los componentes protésicos, tal como hemos explicado anteriormente es realmente excepcional, frente a la hipersensibilidad a metales, que en nuestro medio afecta a un 15-20 % de las mujeres (por el contacto continuo con bisutería alta en níquel) y a un 5% de los varones (principalmente por contacto con cromo).

Esta hipersensibilidad suele ser fácil de diagnosticar porque habitualmente los pacientes nos cuentan que no pueden usar bisutería “mala” (solo de oro o de plata) ni determinados relojes.
Para confirmar esta hipersensibilidad a metales existen pruebas cutáneas, no obstante, raramente son necesarias.

Diferencia entre Hipersensibilidad o alergia a una prótesis de cadera o rodilla

Preguntas frecuentes sobre las alergias a las prótesis de cadera o rodilla.

  • ¿Es necesario hacer algo especial si tengo una prótesis de rodilla y tengo hipersensibilidad cutánea al níquel? Rotundamente NO.
    Hay miles de pacientes que tienen una o varias prótesis de rodilla y/o cadera que tienen hipersensibilidad cutánea al Níquel u otros metales, y están completamente asintomáticos, sin dolor, disfrutando de sus implantes sin ninguna limitación.
  • ¿Es necesario hacerse alguna prueba de alergia antes de implantarse una prótesis de rodilla o cadera? Rotundamente NO. Solo en algunos casos muy concretos en pacientes con antecedentes de importantes reacciones cutáneas a dichos metales podría estar justificado. No obstante, dada la existencia de implantes sin Níquel (hipoalergenicos), la presencia de antecedentes de intolerancia cutánea hace razonable el uso de estas prótesis hipoalergenicas.
Prótesis hipoalergénicas de cadera y rodilla

Prótesis hipoalergénicas. A la izquierda prótesis de cadera con vástago y cotilo de titanio y cabeza cerámica (rosa). A la derecha prótesis de rodilla con componente tibial de titanio y femoral de oxinium (aleación similar a la cerámica).

  • Me duele mi prótesis de rodilla y me han dicho que es porque soy alérgica. ¿Si me la cambio por una hipoalergénica me curare? Posiblemente NO (si solo se cambia el material).
    Este quizás es el punto más controvertido de todos. En mi experiencia es demasiado frecuente que a un paciente con una prótesis de rodilla dolorosa se le haga un estudio de alergia como último recurso, este salga positivo y se le ofrezca recambie dicha prótesis por otra hipoalergenica bajo la premisa de que le dolía porque era alérgico a dicha prótesis. En estos casos, la gran mayoría de estos pacientes tras la cirugía de revisión, siguen presentando los mismos dolores que antes, dado que la causa de su dolor no era una supuesta “alergia”, sino otra distinta (inestabilidad, infección, mala posición componentes…), que no suele solucionarse a pesar de la nueva cirugía (cuando no se diagnostica la causa del dolor antes de la cirugía, raramente la cirugía de revisión consigue solucionarla).

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