INFECCIÓN DE PRÓTESIS DE CADERA
¿Qué es la Infección de Prótesis de Cadera?
Formación Especializada para Resolver Casos Clínicos Complejos de Prótesis de Cadera y Rodilla.
La infección protésica de cadera es sin duda la complicación más temida por los pacientes, los cirujanos y por las propias instituciones sanitarias tras la implantación de una prótesis articular.
Esto es debido fundamentalmente a que su tratamiento resulta complejo, muy costoso, largo y acarrea importantes repercusiones sobre la capacidad funcional de los pacientes.
No obstante, desde hace unos años, la infección protésica de cadera ha pasado de ser una patología “denostada“, a la cual nadie le prestaba ninguna intención, a estar en la primera línea de múltiples investigaciones científicas, lo que ha conllevado importantes avances en su conocimiento, prevención, tratamiento y pronostico.
Desafortunadamente muchos de estos avances quedan ensombrecidos por la “pseudocultura” popular, opiniones antiguas alejadas de la realidad actual, información “mal entendida” (Dr.Google “dixit”), etc. Es por ello que, en esta entrada, vamos a intentar aclarar que es una infección protésica de cadera, en que consiste y como tratarla.
La infección protésica de cadera es la implantación de un microorganismo (bacterias en su mayoría, aunque también pueden ser hongos) en la que previamente (o al mismo tiempo) se ha implantado una prótesis articular.
Una vez que el microorganismo llega a la superficie del implante, si el sistema inmune del paciente no es capaz de eliminarlas rápidamente, estos son capaces asentarse en el implante, y crearse un ambiente protector (una especie de casa) denominado “biofilm” que los protege del propio sistema inmune así como de la mayoría de los antibióticos disponibles,
Una vez que este “biofilm” esta completo(“maduro”) es imposible eliminar la bacteria si no se extrae el implante previamente.
En función de la agresividad biológica del propio microorganismo y de la capacidad inmunología del propio paciente, una infección periprotésica puede cursar como una inflamación importante desde el postoperatorio inmediato con la existencia de un importante dolor, exudado abúndate por la herida quirúrgica, fiebre, etc, pudiendo llegar a desarrollar incluso una septicemia poniendo en riesgo la vida del propio paciente.
No obstante, la forma más habitual de presentación, es la aparición de un dolor progresivo asociado con una mala evolución de la herida quirúrgica, pudiendo llegar a aflojar la prótesis a medio plazo (esto es lo que algunos pacientes llaman rechazo.
¿Por qué se produce la infección de la prótesis de cadera?
Aunque no podamos verlas, vivimos en un mundo rodeado de microorganismos, incluso nuestro propio cuerpo esta colonizado por millones de ellos.
Estos microorganismos se denominan microorganismos saprofitos.
En 1 cm2de nuestra piel podemos llegar a tener miles de millones de bacterias viviendo en ella, si causar ninguna infección.
Esto ocurre igualmente en la boca, tubo digestivo, etc.
Muchas de estas bacterias son esenciales para nuestra vida, realizando funciones para las que no estamos preparados, viviendo en equilibrio, ayudándonos entre otras muchas cosas a digerir alimentos e incluso protegiéndonos de potenciales infecciones debidas a otros microorganismos patógenos.
Desafortunadamente en determinadas situaciones que afecten a nuestro sistema inmune alterando este equilibrio, como es una intervención quirúrgica, estos microrganismos pueden llegar a causar infecciones.
En una intervención quirúrgica, el principal responsable de una infección es la propia intervención quirúrgica, ya que esta produce una alteración del sistema inmune (ruptura barrera cutánea, inmunosupresión local, efectos de los diferentes medicamentos administrados, disminución de la vascularización local por la cirugía, isquemia , etc) creando una oportunidad única para que diferentes bacterias existentes en nuestro cuerpo, fundamentalmente en la piel puedan penetrar en el cuerpo y llegar a desarrollar una infección.
A esto hay que añadir que existencia de un implante (prótesis) hace más fácil que estas bacterias puedan colonizar una articulación, ya que facilita la creación de un medio muy favorable para el crecimiento bacteriano y que estos patógenos puedan llegar a producir una verdadera infección.
Es importante remarcar que a pesar de las diferentes preparaciones cutáneas que se realizan previa a cualquier cirugía (diferentes lavados con sustancias antisépticas) la piel nunca llega a encontrase completamente estéril (sin bacterias) dado que es virtualmente imposible eliminar todas aquellas bacterias situadas en ella, especialmente aquellas bacterias que se encuentran en los folículos pilosos.
Menos frecuente que en el caso anterior, existe otro mecanismo por el cual los microorganismos pueden llegar a producir una infección periprotésica de cadera. Este ocurre cuando en el contexto de una infección en otra localización del cuerpo (neumonía, infección urinaria, dental, escara, etc) que no se trata adecuadamente, permitiendo que las bacterias, a través del torrente sanguíneo, puedan viajar hasta la articulación y se asienten en la prótesis. .
Este mecanismo es mucho menos frecuente que la contaminación, debido entre otros motivos, a que pasado un determinado tiempo tras la cirugía, la articulación tiene una mayor capacidad para defenderse del ataque de los diferentes microorganismos.
Microorganismos responsables de la infección de la prótesica.
Cualquier bacteria u hongo puede causar una infección periprotésica de cadera.
Sin embargo, aproximadamente el 90-95% están causadas por los mismos patógenos.
No obstante, los microorganismos responsables van a depender mucho de la localización anatómica (hombro, cadera, rodilla, etc.), la población (desde el hospital hasta la ciudad) y del propio paciente.
El 60-65% de las infecciones están causadas por Staphylococcus, de los cuales un poco más de la mitad son Staphylococcus coagulosa negativo (gérmenes saprofitos de la piel) que habitualmente cursan con aflojamientos protésicos larvados, a medio plazo sin la existencia de una importante repercusión sistémica.
El resto de Staphylococcus corresponde a los temidos Staphylococcus aureus, principal microorganismo infeccioso en el mundo, que causan infecciones mucho más agresivas.
El resto de infecciones (menos de un tercio del total) están producidas por otros microorganismos Gram + (enterococcus, estreptococos, etc), Gram– (enterobacterias como Escherichia, Klebsiella, etc, pseudomonas).
Alrededor de 1 % de las infecciones periprotésicas de cadera son producidas por hongos (candida, aspergillus), siendo estas últimas especialmente complicadas de tratar.
Diferentes bacterias responsables de la infección periprotésica:
Staphylococcus aureus, Enterococcus, Escherichia coli y Klebsiella kneumonie
Infección de prótesis de cadera. Factores de riesgo.
Tal como hemos explicado previamente, a pesar de todos los adelantos en medicina, siempre existirá un riesgo de sufrir una infección quirúrgica cuando implantemos una prótesis en una articulación.
Este riesgo se estima de manera general entre un 1-3% en cirugía protésica de cadera y rodilla, aunque utilizando un estricto protocolo prequirúgico, este riesgo puede disminuirse por debajo del 1%. No obstante, existe una serie de factores de riesgo que pueden elevar este riesgo. Estos factores de riesgo pueden ser modificables o no modificables.
– Entre los factores de riesgo no modificables destacan la edad, sexo (más frecuente en varones), determinadas enfermedades como la insuficiencia renal, cardiaca, artritis inflamatorias (artritis reumatoide), algunas inmunosupresiones (enfermedades Congénitas, trasplantes, etc.), cirugías con implante previas (fracturas, revisión protésica etc.) entre otros.
– Respecto a los factores de riesgo modificables se encuentran el habito tabáquico, la obesidad, la diabetes (aunque no se puede resolver la diabetes, unos adecuados niveles de glucosa igualan el riesgo a los pacientes no diabéticos), el consumo de determinados fármacos (antiinflamatorios, corticoides, inmunosupresores, terapias biológicas para diferentes enfermedades inflamatorias, etc.)
Tipos de infección de prótesis de cadera.
Existen múltiples tipos de infección de prótesis de cadera en función del tiempo desde la cirugía, el microorganismo responsable, la fijación del implante, etc. De todas las clasificaciones existentes, sin duda la más utilizada y útil es aquella basada en el tiempo desde la implantación de la prótesis (cirugía).
– Infección aguda de prótesis de cadera (dentro de las primeras 4 semanas tras la intervención): Es aquella que ocurre por una contaminación bacteriana durante la intervención, generalmente por una bacteria agresiva (habitualmente Staphylococcus aureus), debutando en los primeros días tras la intervención con aumento del dolor, enrojecimiento de la herida quirúrgica, mayor calor local, fiebre, aumento del mayor exudado de la herida pudiendo llegar incluso a exudar contenido purulento. En estos casos el diagnostico de infección protésica suele ser sencillo.
– Infección crónica de prótesis de cadera (a partir de la 5º semana hasta 1-2 años tras la intervención: Son infecciones que también ocurren por una contaminación bacteriana durante la cirugía, no obstante el germen no suele ser tan agresivo, lo que permite que el sistema inmune, si bien no lo elimina totalmente los microorganismos, si los controle parcialmente, limitando la infección a la articulación afecta. Habitualmente el postoperatorio de estos pacientes suele ser normal o con leves complicaciones en la evolución de la herida, no obstante, el paciente presenta dolor progresivo, principalmente nocturno como consecuencia de la propia infección, pudiendo esta llegar a aflojarse cualquiera de los componentes protésicos, así como producirse una fistula articular, que no es más que un comunicación de la prótesis con el exterior. En estos casos el diagnostico suele ser más complicado, especialmente en aquellos casos donde no exista una fistula.
– Infección hematógena de prótesis de cadera (en cualquier momento).). En este tipo de infección no existe contaminación durante la intervención, siendo la evolución postoperatoria correcta, encontrándose el paciente satisfecho con el resultado. No obstante un día el paciente debuta con un súbito e importante dolor en la articulación, fiebre, derrame articular.
Esta clínica suele coincidir en el tiempo habitualmente con una infección previa en otra localización (dietes, orina, respiratoria, etc) por la cual se produce una bacteriemia ( paso de bacterias al torrente sanguíneo), llegando éstas a la prótesis y produciendo una infección aguda que puede llegar a convertirse en una infección crónica, si no se trata en los primeros días.
Paciente con infección intervenida de prótesis de cadera tras fracaso tratamiento fractura previa. Obsérvese la cantidad de exudado anormal a partir del 5º día postquirúrgico.
Fistula sobre incisión previa que confirma la presencia de una infección crónica de cadera.
Disminución del riesgo de infección de prótesis de cadera.
En primer lugar, es recomendable tranquilizarse ante el miedo que pueda surgir al someterse a una intervención de prótesis de cadera.
1 El riesgo de infección es extremadamente bajo, con tasas publicadas de menos del 1% si se ponen todas las precauciones posibles.
2 Consulta con tu cirujano que protocolo utilizar para disminuir el riesgo de una infección periprotésicas y en que puedes colaborar.
3 Es muy importante mantener una adecuada higiene cutánea, así como dental (habitualmente cualquier problema dental recomienda retrasar la implantación de una prótesis). Si eres fumador trata de dejar de fumar 1 mes antes de la cirugía (esta demostrado la disminución del riesgo en los fumadores con esta medida equiparándose casi a los no fumadores), controla tus niveles de glucosa si eres diabético y consulta con tu cirujano si tienes que suspender alguno de los medicamentos antes de la cirugía (esto incluye tratamientos de herbolario y similares).
Además de todas las medidas anteriores, es necesario en nuestra opinión tomar una serie de medidas extra para tratar de minimizar lo máximo posible el riesgo de infección. Estas medidas están incluidas en nuestro protocolo habitual de profilaxis de la infección quirúrgica. Este protocolo incluye entre otras medidas:
- Medidas prequirúrgicas ante una prótesis de cadera infectada (las más importantes):
1 Optimización prequirúrgica del paciente. Previa a la intervención, se corrige aquellos factores de riesgo potencialmente modificables (medicación, glucosa, anemia, desnutrición, alteraciones analíticas, inmunosupresiones recuperables, etc.)
2 Descolonización universal nasal de Staphilococus aureus: uso sistemático de una pomada de bacitracina nasal 5 días antes de la cirugía para disminuir el riesgo de infección por este microorganismo.
3 Lavado cutáneo con clorhexidina jabonosa las 24 previas a la intervención quirúrgica.
- Medidas intraquirúrgicas ante una prótesis de cadera infectada
1 Personalización de la profilaxis antibiótica, no solo en número de dosis sino en la selección del antibiótico más apropiado para cada enfermo.
2 Lavado cutáneo prequirúgico con clorhexidina alcohólica para trabajar en un campo lo más aséptico posible.
3 Adecuada técnica quirúrgica con un manejo cuidadoso de los tejidos bandos, acortando los tiempos quirúrgicos en la medida de lo posible.
4 Utilización de cemento con antibiótico en todas las intervenciones donde sea necesario utilizar cemento óseo, y con doble antibiótico en aquellos pacientes con mayor riesgo infeccioso.
5 Lavado continuo con solución antiséptica durante todo el procedimiento quirúrgico.
6 Lavado pulsátil a baja presión diluyendo la posible colonización bacteriana
7 Cierre adecuado por planos, evitando formación de cavidades, prestando especial atención a que este cierre sea totalmente estanco para evitar el riesgo de drenaje prolongado postoperatorio, así como la posible contaminación bacteriana en los primeros días postoperatorios.
- Medidas postoperatorias de la prótesis de cadera infectada
1 Uso de apósitos impermeables que evitan la manipulación de la herida quirúrgica en los primeros 5 días hasta que ésta se encuentra suficientemente epitelizada.
2 Utilización de la terapia de vacío a baja presión (PICO) en aquellos pacientes de alto riesgo de complicación cutánea (insuficiencia vascular, múltiples cirugías, obesidades importantes, etc.).
3 Manejo precoz y agresivo ante la sospecha de infección: Tal como hemos explicado antes, a pesar de realizar todas las medidas posibles, siempre existe un riesgo de infección protésica, por lo que es MANDATORIO siempre estar atento a esta posible complicación en el postoperatorio inicial, realizando un diagnostico activo (artrocentesis) precoz y planeando un tratamiento lo más rápidamente posible ( la mayoría de las infecciones si se tratan en las primeras 2-3 semanas pueden resolverse sin la necesidad de retirar la prótesis, aunque si es necesario realizar un lavado exhaustivo en quirófano)
Diagnóstico de una infección de prótesis de cadera.
El diagnóstico de la infección protésica de cadera es sin duda uno de los mayores retos para el cirujano ortopédico, dado que, aunque en determinadas situaciones es evidente (presencia de fistula) en otras, es necesario la existencia de un elevado índice de sospecha apoyado en una adecuada historia clínica, exploración física junto con determinadas pruebas complementarias como analíticas sanguíneas, pruebas de imagen y el cultivo microbiológico del liquido articular obtenido de manera estéril.
En las infecciones agudas de cadera el diagnóstico suele ser fácil, existiendo una mala evolución de la herida quirúrgica con un manchado de ésta durante varios días seguidos, que no solo no disminuye, sino que aumenta con el paso de los días de manera paralela al dolor, el enrojecimiento y el derrame articular. El propio enfermo suele sentir que algo no va mal, confirmándose el diagnóstico con un análisis del liquido articular y un cultivo de este, que en su gran mayoría es positivo. A pesar de la teórica facilidad del diagnóstico de la infección aguda, es necesario realizarlo de la manera más precoz posible, para aumentar las posibilidades de curación sin tener que retirar el implante.
Por el contrario, el diagnóstico de la infección crónica de cadera es habitualmente más complejo que en las infecciones agudas, debido a que muchas pruebas diagnosticas pueden salir como normales, siendo especialmente susceptibles los cultivos microbiológicos, donde hasta el 20% de los cultivos son negativos a pesar de la existencia de una infección.
Para el diagnostico, en primer lugar, es necesario sospechar que existe una infección periprotésica.
Esta comienza con un paciente portador de una prótesis de cadera dolorosa (es excepcional la presencia de una infección sin dolor), siendo este dolor especialmente en reposo y nocturno, o que se modifica con la actividad.
Puede existir una historia de mala evolución postoperatoria (mayor manchado de la herida de la cuenta, necesidad de antibiótico postquirúrgico, dificultad para recuperar la movilidad, etc.).
La presencia de una fistula articular es diagnostico de infección periprotésica, no obstante, la exploración suele ir más encaminada en valorar el estado de la herida, así como descartar otras posibles causas de dolor.
Como medida inicial, además de la exploración, es necesario realizar un estudio radiográfico de la cadera para valorar el estado del implante, así como realizar una sencilla analítica de sangre que incluya una velocidad de sedimentación globular (VSG), proteína C reactiva (PCR) y recientemente dímero D.
Estos parámetros habitualmente se elevan en el contexto de una infección periprotésica, no obstante, pueden elevarse por otras inficiones (un resfriado) o causas (traumatismos, enfermedades inflamatorias, tumores, etc.), lo que hace especialmente útiles estos parámetros para descartar pacientes sin infección (aquellos con los tres parámetros negativos).
Si tras una adecuada exploración y con los resultados de la analítica sanguínea persiste la sospecha de infección de prótesis de cadera es necesario realizar una artrocentesis para analizar diferentes parámetros bioquímicos de dicho liquido articular y realizar cultivos microbiológicos que confirmen dichas sospechas.
Desafortunadamente tal como se ha expuesto previamente en más de un 20% de pacientes con infecciones crónicas, estos cultivos son negativos.
Dado la enorme variabilidad de las diferentes pruebas diagnosticas, en 2013, se llego a un consenso internacional en la ciudad de filadelfia para tratar de estandarizar el diagnóstico de la infección periprotésica de cadera.
Sin embargo, a pesar de todos los esfuerzos, siguen existiendo infecciones que no cumples estos criterios siendo muy complicado su diagnóstico. Es ahí donde cobra especial importancia la valoración integral por un equipo multidisciplinar, con una amplia experiencia en la cirugía séptica de cadera.
Tratamiento de una infección de prótesis de cadera.
Es muy importante comprender que una vez que las bacterias se han establecido y han formado un biofilm competente es prácticamente imposible curar una infección protésica sin retirar la prótesis de cadera, pudiendo tratar de conservar dicho implante en infecciones de menos de 3-4 semanas, pero siempre siendo necesario realizar un adecuado desbridamiento quirúrgico.
Independientemente del tipo de infección protésica de cadera, el tratamiento se basa en tres pilares:
1) Optimización del paciente: Para la completa resolución de una infección protésica, es necesario que el sistema inmune del paciente funcione, siendo la cirugía y el tratamiento meros coadyuvantes de este, siendo clave resolver aquellas patologías que afectan negativamente a este como anemias postoperatorias, consumo tabaco, adecuado control glucemia, control fármacos inmunosupresores, adecuada control nutricional corrigiendo situaciones de desnutrición (muy frecuente en personas mayores a pesar de estar bien alimentadas), control niveles hierro, vitamina D, etc.
2) Tratamiento quirúrgico: Aunque lo desarrollaremos más adelante es muy importante comprender que es casi IMPOSIBLE curar una infección periprotésicas sin cirugía. No obstante, si esta realiza precozmente (primeras 3-4 semanas) es posible realizarla sin tener que retirar la prótesis. Pasado ese tiempo es necesario retirar esta, pudiendo reimplantarse una segunda tras un adecuado desbridamiento o implantar un espaciador con antibiótico local y en un segundo tiempo la prótesis definitiva.
3) Tratamiento antibiótico: Tras un adecuado tratamiento quirúrgico es necesario realizar un adecuado tratamiento antibiótico. Este será inicialmente de amplio espectro (para la mayoría de microorganismos causantes de infección) y tan pronto como se tenga confirmación microbiológica se cambiará al tratamiento antibiótico dirigido al germen causante de la infección más eficaz existente.
Es muy importante comprender que el éxito del tratamiento de una infección periprotésicas de cadera va ligado a la realización de estos tres pilares terapéuticos , siendo las posibilidades de curación con una adecuada técnica quirúrgica y tratamiento antibiótico en un paciente con un sistema inmune deficitario muy bajas, así como las que presentan un paciente sometido a una adecuada cirugía sin tratamiento antibiótico posterior, o sin la cirugía adecuada.
Es por ello que para obtener las mayores posibilidades de curación es necesario ponerse en las manos de un equipo multidisciplinar de cirujanos, especialistas en enfermedades infecciosas, microbiológicos, anestesista, etc.
Desafortunadamente, a pesar de la abundante evidencia existente, aun es habitual escuchar pacientes con infecciones de cadera que su cirujano o medico de recetaron un ciclo de antibiótico para curar la una infección periprotésicas de cada sin ningún otro tratamiento quirúrgico asociado.
Pues dentro de la cadera que se observó al acceder quirúrgicamente a ella.
Tratamiento quirúrgico de una infección de prótesis de cadera.
El tratamiento quirúrgico de la infección periprotésicas de cadera debe ser completamente personalizado a cada paciente. La decisión de que tipo de cirugía es la adecuada, va a depender del tipo de infección, el microorganismo causante y el estado de salud del propio paciente. Ha modo de resumen los podemos dividir en:
– Cirugías de infección de prótesis de cadera sin retirada del implante: En aquellos pacientes con infecciones agudas (3-4 semanas), con adecuado sistema inmune, y con microorganismos sensibles a tratamiento antibiótico oral, se pueden someter a esta cirugía. Esta consiste en una apertura de la articulación por la misma incisión, desbridamiento de cualquier tejido con mal aspecto, lavado abúndate con elevadas cantidades de suero, así como diferentes soluciones antisépticas y cambio de todas las piezas móviles (aquellas no fijadas al hueso) como la cabeza femoral y el inserto acetabular (especialmente si este es de polietileno).
– Cirugías de infección de prótesis de cadera CON retirada del implante: Todos aquellos pacientes con infecciones agudas que no cumplan los requisitos del apartado anterior (debido al alto riesgo de fracaso) o cualquier paciente que presente una infección crónica, ya las bacterias han tenido suficiente tiempo para adherirse al implante siendo imposible curar la infección sin retirar el implante. En estos casos pueden realizarse la cirugía en uno o dos tiempos.
– Recambio en un tiempo de la prótesis de cadera infectada: La retirada del implante y la implantación de la nueva prótesis se realizan en el mismo acto quirúrgico. Tras abordar la articulación se realiza un desbridamiento exhaustivo retirando cualquier tejido con mal aspecto y tras un lavado abúndate con suero y soluciones antisépticas, y tras realizar un completo cambio del campo y material quirúrgico, se realiza la reconstrucción articular con una nueva prótesis de cadera. Esta técnica quirúrgica tiene la ventaja de disminuir el periodo de convalecencia, obteniendo una recuperación funcional más rápida y habitualmente mayor que la obtenida con el recambio en dos tiempos. Como contraprestación la tasa de curación es ligeramente inferior a la observada incluso en manos seleccionadas con el recambio en dos tiempos, así como tiempos quirúrgicos más elevados.
– Recambio en dos tiempos de la prótesis de cadera infectada: La retirada del implante y la implantación de la nueva prótesis se realizan en dos actos quirúrgicos diferentes. En la primera cirugía (primer tiempo) se realiza el desbridamiento quirúrgico con la retirada del implante, lavado abundante seguido de la implantación de un espaciador de cemento óseo con diferentes antibióticos que permita mantener el espacio articular, así como liberar altas cantidades de antibiótico de manera local. Tras un periodo habitual de 3 meses con tratamiento antibiótico (habitualmente en reposo de la articulación afecta) y tras comprobar la curación de la infección se realiza la segunda cirugía (2º tiempos) volviendo a realizar un desbridamiento y lavado quirúrgico, retirada del espaciador y posterior implantación una nueva prótesis de cadera. El recambio en dos tiempos es actualmente el “gold estándar” (tratamiento más aceptado) para la infección protésica, ya que ha demostrado las tasas de curación más elevadas en las diferentes manos. No obstante, la recuperación funcional de los pacientes puede ser inferior a la observada con el recambio en un tiempo. Esto es debido a la necesidad de una cirugía más, con un periodo intermedio de inactivada funcional, apareciendo rigideces, atrofias musculares de difícil manejo posterior.
Nuestra elección: Tras múltiples años tratando infecciones protésicas de cadera, hemos desarrollado un protocolo quirúrgico que mezcla lo mejor de la cirugía de uno y dos tiempos, con resultados de curación similares a los observados con cirugías de dos tiempos convencionales, y con resultados funcionales similares a los observados con cirugías en un tiempo, estando indicado en todos aquellos pacientes donde no se puede realizar un recambio en un tiempo con suficientes “garantías” de curación. Para ello realizamos una cirugía en dos tiempos, implantando un espaciador articulado manual al que se le añade elevadas dosis de antibiótico, para la mayor cantidad de erradicación bacteriana a nivel local. Además, este espaciador articulado implantado, permite a los pacientes la movilización precoz de la articulación, así como mantener la capacidad de deambulación con ayuda de muletas desde el principio, evitando así la atrofia muscular, y la perdida de función entre cirugías. Tras un periodo de 6-8 semanas se realiza la implantación de la nueva prótesis de cadera, utilizando materiales ultraporosos que permiten la carga y el inicio de la deambulación de manera precoz, reduciendo el tiempo de hospitalización y el periodo de convalecencia entre las cirugías.
Recambio en un tiempo infección por Staph. Aureus meticilin resistente en paciente de elevada edad.
Recambio en 2 tiempos sin espaciador entre cirugías. Esta técnica ha quedado relegada debido a la importante incapacidad que produce entre cirugías.
Recambio en dos tiempos con espaciador manual articulado que permite incorporara altas dosis de diferentes antibióticos, manteniendo la función de la articulación hasta la reimplantación protésica.
Este procedimiento quirúrgico está especialmente indicado cuando la realización de una cirugía en un tiempo no aporta toda la seguridad necesaria.
Resultados de la cirugía de una infección de prótesis de cadera.
En primer lugar, es necesario recordar que es muy improbable poder curar una infección periprotésica de cadera sin someterse a una cirugía.
Si bien es cierto que en cirugía ortopédica la mayoría de las intervenciones son de confort, lo que reduce la decisión a como se encuentra el paciente, que espera mejorar y que riesgos tiene.
No obstante, en el caso de una infección periprotésica de cadera, no solo importa el dolor o la propia función, si no que hay que tener encuentra que existe un foco séptico en el cuerpo, que en cualquier momento (en días o nunca) pude diseminarse a otras localizaciones, llegando a poner en riesgo la propia vida del paciente, por lo que, en la inmensa mayoría de los casos, suele ser recomendable operarse a pesar del riesgo quirúrgico. Solo en caso de muy mal estado de salud, se puede plantear control la infección de manera indefinida con tratamiento antibiótico continuo.
Respecto al pronóstico de la cirugía por infección de prótesis de cadera, en los últimos años hemos experimentado lo que uno de mis mentores ha denominado la “carrera por los resultados” publicándose casi mensualmente diferentes series con resultados mayores del 90%, 95% o incluso 100% de curación.
En mi opinión estos datos no son aplicables en absoluto a nuestra la practica diaria. Es es muy fácil de entender que el pronostico de una infección periprotésica no será el mismo en infecciones de cadera por una bacteria sensible tras una prótesis de cadera primaria en un paciente joven sin ninguna enfermedad añadida, que el pronostico de un paciente de edad avanzada, con múltiples enfermedades asociadas, intervenido 4 veces de la cadera, con una infección por un hongo multiresistente. Con un tratamiento adecuado, en el primer caso la tasa de curación debería estar cercana al 100% mientras que, en el segundo caso, seria de la mitad (50%) aproximadamente. Esto es otra muestra más, de la necesidad de personalizar cada paciente con una infección de prótesis articular, para ofrecerle la mayor información antes de la cirugía, sobre las distintas opciones terapéuticas tipos de cirugía posibilidades de curación con cada tratamiento.
Desafortunadamente, a pesar del sufrimiento que una infección de cadera produce al paciente y su entorno, es habitual que esta patología se niegue o menosprecie por la mayoría de los cirujanos, por lo que aumento la importancia de su manejo en centro con especialistas especialmente dedicados s este tipo de patología.
Si estas interesado en saber más sobre la infección protésica de cadera, en que consiste nuestro protocolo de tratamiento, puedes consultar alguno de los casos clínicos incluidos en esta web o mejor consúltanos directamente como podemos ayudarte.
¿Y si no funciona la Cirugía de INFECCIÓN DE PRÓTESIS DE CADERA?
Habitualmente tras un fracaso terapéutico, es relativamente frecuente escuchar como a diferentes pacientes se les ofrecen artrodesis o incluso amputaciones del miembro. Si bien existe casos verdaderamente dramáticos sin otra solución, actualmente es absolutamente EXCEPCIONAL tener que recurrir a estas opciones, por lo que antes de decantarse por estas es recomendable solicitar una 2º a 3º opinión en centro especializados.