¿Por qué me duele mi prótesis de cadera o rodilla?.

Lo primero que es necesario aclarar, es que NO, una prótesis de cadera o de rodilla no debe doler.

Es posible que, durante las primeras semanas, tras la intervención, nos sintamos “extraños”, o “raros” con ella. Esto es absolutamente normal, porque, más allá de las molestias de cualquier intervención quirúrgica, al colocar una prótesis de cadera o una prótesis de rodilla, hemos sustituido en gran parte una articulación “propia” por una artificial.

Las prótesis están compuetas de materiales extraños; y eso conlleva multitud de “sensaciones” con las que no estamos familiarizados.

Al principio, podemos notar quemazón, aumento de temperatura, hormigueo e incluso que zonas de la piel alrededor de la herida están acorchadas (como dormidas), pero nunca dolor.

Es cierto que algunos pacientes con artrosis de cadera o principalmente con artrosis de rodilla pueden presentar en las primeras semanas tras la cirugía un dolor importante, que retrasa su recuperación tras la cirugía.  Esto es especialmente frecuente en pacientes con patología lumbar asociada o aquellos que han tenido artrosis muy severas y durante mucho tiempo antes de la intervención y la causa no es otra que la presencia de un fenómeno de sensibilización central al dolor. Es decir, el cuerpo se acostumbra a tener mucho dolor y aunque quitemos la causa, sigue activado los mecanismos del dolor.

Un adecuado manejo de dolor postoperatorio, así como evitar tiempos muy prolongados en listas de espera son herramientas eficaces para evitar esta complicación.

Obsérvese la desaparición de ambas cabezas femorales, así como las fracturas de ambos acetábulos.

Fenómeno de sensibilización central.
Un estimulo intenso como el dolor artrósico mantenido puede mantener activado los centros de dolor.

Una vez pasado la fase postoperatoria inicial, tal como he remarcado al principio, una prótesis de cadera o rodilla no debe dolor. Puede existir algunas molestias tras actividades más exigentes de lo habitual (marchas por el campo, determinados deportes, etc.) bien toleradas, o con los cambios brusco de tiempo, pero nunca dolor.

Si tenemos una prótesis de cadera o rodilla dolorosa, es fundamental ponerse en manos de un especialista en cirugía protésica que tenga experiencia en el manejo de estas para diagnosticar correctamente la causa del dolor y poder buscar una posible solución.

En primer lugar, es importante descartar la existencia de una infección de dicha prótesis. Una vez descartada dicha infección, aunque no siempre es fácil, y tras comprobar que la prótesis era realmente necesaria (aunque parezca increíble, algunas veces algunos pacientes son operados sin necesitarlo) se realiza el diagnostico diferencias de las diferentes causas de dolor para una prótesis de cadera o rodilla.

Si estas interesado en saber más sobre estas causas y sus posibles soluciones, visita la sección especifica de prótesis de rodilla dolorosa o prótesis de cadera dolorosa. Te dejamos varios links relacionados a continuación. 

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